Mike Brown no está teniendo un buen inicio como entrenador de los Lakers. También es cierto que muchas derrotas llegaron por pocos puntos y sin éstas el equipo estaría mejor. Ya se empiezan a ver las diferencias entre el baloncesto de Jackson y el de Brown. Básicamente, con Jackson se basaba todo en un triángulo ofensivo en el que todos los jugadores estaban implicados, un baloncesto más alegre, en el que se corría y se buscaba anotar y le defensa no era importante porque el talento en ataque se aprovechaba. Con Brown es otro mundo. Lo más importante es defender y no encajar puntos. Cuando se tiene esta mentalidad, pasa como a otros grandes equipos que basaban su juego en no encajar puntos, te olvidas del juego de ataque y haces anotaciones ridículas, como en el pasado Lakers-Mavs, 73-70 y gracias. Por suerte los Lakers tienen a Kobe, Gasol y Bynum, el problema es que el sistema de Mike Brown, o Kobesistema, es el mismo que tenía en Cavs, balones a Kobe, y lo demás no existe. Está claro que si Kobe anota 40 o más, los Lakers casi siempre ganan, pero que también es un sistema muy arriesgado, si Kobe no anota, las opciones se reducen drásticamente. Ahora, Brown decide que Gasol juegue por fuera y tire triples.
Con todo, los Lakers aún están a tiempo de mejorar. La segunda unidad parece que se espabila. Troy Murphy empieza a apoyar mucho en el rebote y los sorprendentes Darius Morris y Goudelock empiezan a aportar lo que se espera de ellos. Para concluir, tenemos a Metta World Peace, el antiguo Artest, repartiendo y defendiendo a muerte. Aún con todo esto, se me antoja difícil que los Lakers puedan ir más allá de la segunda ronda, a no ser que Kobe decida hacer la guerra por su cuenta y haga unos playoffs de escándalo.Como todo en la vida, el tiempo dará y quitará razones, pero Brown, de momento, no puede obtener más que un insuficiente, más aun cuando fuera de casa el récord es nefasto, 1-6 al cierre de este comentario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario