El Rey prosigue su marcha

Roger Federer sigue imparable en su lucha imparable por volver a ser el jugador que siempre fue. El domingo pasado, después de una dura semifinal decidida en tres sets ante Kirgyos, se enfrentaba a Rafa Nadal en la final de Miami. Era la tercera vez que los dos jugadores se enfrentaban este año, dos de ellas en finales, y en los tres enfrentamientos ganó el jugador helvético. El suizo demostró tener una marcha más que Nadal en Crandon Park, y sobre todo, demostró haber trabajado con Ljubicic uno de sus pocos puntos débiles, el revés de izquierda que tantos problemas le daba ante Nadal. De hecho, muchas de las derrotas del helvético ante Nadal llegaron por los numerosos errores no forzados provocados por su inconsistencia en el revés. Con este problema resuelto, y demostrando más frescura, agilidad y forma que nunca, parece que una de las jugadas favoritas de Nadal para ganar puntos ante Federer está desactivada. Si Nadal quiere cambiar el curso actual de sus enfrentamientos ante Roger, deberá ser más agresivo y cambiar el manual de juego, ya no puede contar con los errores del jugador de Basilea, porque el Roger de ahora no es el de hace 2 años. El Roger actual, con un calendario más a su medida y jugando los torneos por objetivos, puede ser un rival temible para cualquier, y puede volver a ser número 1 dada la inconsistencia de Murray y la decisión de Djokovic de que el tenis pase a un segundo plano. En Roland Garros veremos hasta dónde puede llegar Federer, dado que el jugador ha declarado no querer correr riesgos en esa superficie, por temor a lesiones, y acudirá a esta cita sin presión ya que ya ganó una vez el torneo.