Max Allegri: el domador del Barça

Massimiliano Allegri ha conseguido algo que pocos entrenadores han logrado, diseñar una estrategia perfecta para minimizar los efectos devastadores de un equipo como el Barça con su tridente mágico al comando, y además dejarle a cero en una eliminatoria a doble partido. Podrá gustar más o menos como entrenador, pero el técnico transalpino ha sabido conjugar como pocos la mentalidad defensiva italiana con la modernidad ofensiva propugnada por los nuevos técnicos llegados al fútbol italiano, entre ellos Montella, Paulo Sousa o Sarri. Tras una etapa difícil en el Milan, equipo que estaba dando sus últimos coletazos como equipo grande, y donde vivió en sus carnes la debacle de su Milan en la Champios League - le remontaron el 2-0 de San Siro para acabar perdiendo 4-0 -, el inesperado adiós de Antonio Conte le dio la posibilidad de entrenar a la Juventus. Muy criticado en sus inicios por su pasado rossonero y por las dudas que despertaba su fichaje y su estilo de juego, pronto empezó a justificar la confianza depositada en él por Andrea Agnelli. Sin tener rival en la Serie A italiana, la meta de la Juventus y de Allegri era volver a formar una Juventus competitiva en Italia y que pudiera llegar a finales, y poco a poco fue consiguiendo ese objetivo. En su primera temporada llegó a la final de Berlín, tras tumbar contra pronóstico al Madrid defendiendo con mucho rigor táctico, y algo de suerte, el 2-1 cosechado en Turín. En la final su equipo evidenció falta de experiencia, aunque Morata y los suyos hicieron sudar al Barça hasta que Neymar selló el 3-1. El año pasado pareció dar un paso atrás en sus aspiraciones europeas por la temprana eliminación ante el Bayern en Champions, aunque se rindiera solamente en la prórroga. Ese paso atrás hizo que el club se replanteara reforzar el equipo, ya no bastaba con ganar en Italia, sino que también era necesario hacerlo en Europa, o al menos llegar a cotas altas. Las llegadas de Pjanic y Alves dieron a Allegri más profundidad de equipo y le permitieron poder tener una Champions tranquila. La eliminatoria contra el Barça era el momento perfecto para evaluar al equipo y al técnico. El planteamiento de Turín encumbró a Max como un técnico inteligente y apto para transportar la nave bianconera, un técnico poco reconocido, pero muy trabajador, y de los que habla en el campo y no en la rueda de prensa. Con un planteamiento magistral y ofensivo en Turín, y otro completamente opuesto ya que el 3-0 así lo demandaba, Max Allegri supo hacer lo que no pudo o supo hacer Emery con el PSG, y demostró cómo se puede frenar a este Barça y lo difícil que es encontrar vías de escape ante sus equipos. Quizás no gane tampoco este año la Champions, pero eso no empañará la gran trayectoria como entrenador del técnico de Livorno, ni su posición como uno de los técnicos punteros del fútbol europeo en estos momentos.