Ayer se cumplieron 8 años de la muerte del mejor escalador que ha dado el ciclismo. Independientemente de que las dudas de dopaje le acompañaran siempre durante su carrera nadie duda de que "El Pirata", como se le conocía en el pelotón, era sinónimo de espectáculo. Todavía recuerdo sus inicios en el Giro de 1994. En aquella edición, ganada sorprendentemente por el ruso Berzin, destacó un joven italiano, alguien con el que nadie contaba pero que dio espectáculo desde el inicio de la carrera. Me acuerdo cuando en la TV le ponían planos y José María García, un famoso periodista español (quizás el mejor en deportes) decía, "¿quién coño es este"?. Pantani acabaría segundo de esa edición, edición que marcó un antes en el ciclismo, ya que Induráin fue derrotado por primera vez en el Giro, aunque en el Tour seguiría brillando 2 años más.
A partir de esta carrera empezó la época de eclosión del transalpino y todos sus espectáculos en las etapas de montaña. De no haber coincidido con el reinado de Induráin y Armstrong, habría ganado más de 1 Tour. Eso sí, el que ganó (además del Giro del 1998) atacando a Ullrich en el Col du Galibier, se consideró como una de las grandes gestas del ciclismo, sacando más de 9 minutos al ciclista del Telekom alemán. A partir de esa carrera Marco ya no pudo volver a repetir, en parte por la llegada del dominio insultante de Lance Armstrong, en parte por los asuntos de dopaje, los cuales le persiguieron siempre. Todo el mundo ponía en duda esa capacidad de escalar tan rápida, la cual sacaba de rueda a todos y que incluso ponía en jaque a Armstrong. Todos estos rumores le fueron minando la moral y le provocaron una gran depresión que le llevó al consumo abusivo de antidepresivos. Esta práctica acabó por arruinarle la vida y dieron con su muerte en un hotel de Rimini en 2004, contaba con únicamente 34 años. Su muerte le convirtió en mito del ciclismo italiano y mundial y siempre será recordado como lo que fue, un gran escalador.
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