Llevo mala suerte donde voy

Todos concordamos en que el jugador de Malmö es un genio en el campo de fútbol, pero lo que le ha caracterizado a lo largo de los años no son solamente sus logros deportivos, sino algo con lo que los equipos en los que ha jugado no contaban, su mal fario en la Copa de Europa. Obviamente no podía ganar la Copa de Europa en su primer equipo, el Malmö, ya que éste apenas contaba con opciones por presupuesto y por falta de calidad. Después, con el Ajax, se le abrieron las puertas de su primer gran destino a nivel europeo. Con el Ajax jugó a un gran nivel y mostró a Europa todo el talento que atesoraba este joven, entonces contaba con 22 años. La mala suerte continuó jugando en su contra, ya que el Ajax no fue capaz de alzarse con la Copa de Europa. Ibra ganaba campeonatos nacionales, pero no conseguía poder ir más allá y asaltar los títulos internacionales.

Tras esos primeros años de tanteo en el fútbol europeo de alto nivel, le llegaba la oportunidad de obtener la gloria en Italia. En el país transalpino es donde se daría a conocer como un gran goleador, pero también como un jugador polémico, con salidas de tono, agresiones y declaraciones explosivas. Su primera parada le llevó a la Juventus, donde compartía equipo con Trezeguet, demostrando ser un gran jugador. Su aventura tocaba a su fin por el famoso Moggigate, en el que se demostró que la Juventus compraba partidos. La mala suerte siguió y la Juve no ganó la Champions. El equipo descendió y pudo firmar con el Inter, con un gran equipo, entonces entrenado por Roberto Mancini, y después por Mou. Con el Inter fue más conocido por la batalla campal sucedida en Mestalla contra el Valencia, la famosa batalla de David Navarro y Burdisso, que acabó en desmadre. Los italianos y, sobre todo, Ibra, no supieron encajar la eliminatoria, menospreciaron al Valencia y salieron eliminados. Una vez más la mala suerte perseguía a Ibra. En esas, Ibra decide dejar Milán y venir al Barcelona, porque está convencido de que el Barça tiene el potencial para ganar la Champions, y así parece durante toda la temporada, hasta que Mou se cruza en su camino y hace que Ibra fracase de nuevo.

Las malas relaciones de Ibra con Guardiola, al que "cariñosamente" llama "el filósofo", hacen que Ibra salga de Barcelona regalado, en comparación con lo que pagó el Barça, más el traspaso de Eto'o, algo que nunca se debía haber hecho. Ibra, con la pericia de Galliani, éste si que sabe negociar bueno, bonito y barato, aterrizaba en Milán nuevamente, pero esta vez en el eterno rival, el Milan. Anuncia que van a por el triplete, pero otra vez se ahoga en la orilla al caer ante los Spurs del Tottenham. Es la historia de mala suerte de Zlatan y la Champions que, probablemente, tendrá continuidad el años que viene, ¿seguirá esta mala suerte? Estaremos atentos a ello.