La tenista moscovita se ha impuesto en el torneo de Doha el pasado sábado. En la final derrotó a la actual número uno, y demostró estar más que capacitada para poder ganar en cualquier superficie y ante cualquier rival, en este caso a la mismísima número uno, Caroline Wozniacky. Vera se encuentra en el puesto número 3 del mundo y tiene opciones de luchar por el segundo puesto ocupado por la belga Clijsters, aunque es casi imposible que opte al número uno, la danesa Wozniacky está muy fuerte. La verdad es que Vera está sorprendiendo con su juego, dejando aparte que se trata de una jugadora que ya ha ganado 11 torneos en su carrera, aunque ninguno de Grand Slam, ya que perdió el año pasado ante Serena Williams en Winbledon y ante Clijsters en Us Open, llama la atención su tardío despunte. Profesional desde el año 2000, le ha costado llegar hasta las primeras posiciones del ránking de la WTA, y eso es algo raro, ya que los grandes campeones siempre despuntan sobre los 20 años.
Hasta el año pasado no se había acercado a la última ronda de un Grand Slam, y ya el año pasado obtuvo dos billetes para sendas finales, aunque sin éxito. Este año hizo semis en Australia, y con la inercia actual, y tras la victoria de prestigio en este torneo, vamos a ver cómo evoluciona en la temporada de tierra. A pesar de ser una jugadora que ha ganado en todos los terrenos, se siente más cómoda en las pistas duras, en las de yerba se defiende y en las de tierra batida le falta consistencia en el juego, y eso es algo que tendrá que mejorar si, a sus casi 27 años, quiere ser la número 1 del mundo. De momento dio un paso importante al ganar este torneo, veremos si hay continuidad. A mi es una de las tenistas que más me gustan del circuito, junto con las italianas Penetta y Schiavone, Jelena Jankovic y Ana Ivanovic.
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