Poco a poco se va apagando la estrella del gran Tim Duncan. Es así la vida. La carrera del jugador de baloncesto es como una flor, florece y marchita. Tim Duncan lleva ya casi 15 años entre la élite de la NBA. Desde aquel 1997 en que San Antonio se encontró con el regalo de poder elegir en 1ª posición al jugador de las Islas Vírgenes, la franquicia ha ido viento en popa. San Antonio aprovechó la lesión de espalda del Almirante Robinson para poder tener el peor récord. Aquel equipo entrenado por Bob Hill y capitaneado en pista por Dominique Wilkins empezó a perder partidos a propósito. Tal fue así que el entonces GM de la franquicia, Greg Popovich, decidió prescindir de Bob Hill y nombrarse entrenador, una decisión que cambió para siempre la fisionomía y el destino de este equipo.
Con Duncan y Robinson los del Álamo pudieron formar las Torres Gemelas más poderosas desde los años de Ralph Sampson y Hakeem Olajuwon. Con esta pareja interior no tardaron en llegar los anillos. El primero fue en 1999, la famosa campaña del cierre patronal de la NBA, con sus 50 partidos y la famosa frase de Phil Jackson, "en los libros de estadísticas habría que poner un asterisco ese año en el campeonato de los Spurs". Con una gran participación de Duncan, los Knicks se alzaban con el título por 4-1 en las finales contra los Knicks. Avery Johnson anotó la canasta decisiva de un equipo que, previamente, había humillado a los Lakers de O'Neal y Bryant en las semis por 4-0. En los años subsiguientes asistimos a la rivalidad Lakers-Spurs, en la que los Lakers consiguen tres anillos seguidos y en donde San Antonio nunca está cerca del anillo. Tim sigue haciendo números de extraterrestre, pero el equipo se va resintiendo. En 2003 gana el anillo contra los Nets de Kidd, pero David Robinson se retira. Parece que SA está acabado, pero un joven Duncan nos hace entender que no es así.
Así las cosas, llega la famosa época de la frase "año impar, año de Spurs". Llegan dos nuevos anillos para Tim, en las finales de 2005 contra Pistons (4-3) y en 2007 contra los Cavs de Lebron, barridos 4-0. Antes, en 2004, Derek Fisher aparta del anillo a Duncan con una canasta a 0,4 décimas. Duncan es el absoluto referente de un equipo que va incorporando, desde 2002 y sucesivamente, elementos a la rotación, así las cosas, van llegando Ginobili, Parker, Mcdyess, Jefferson, Devin Brown, Turkoglu, etc. A partir de 2008, los Spurs empiezan a ver de lejos el anillo, los Lakers son muy superiores y ganan la conferencia sin problemas, San Antonio no aparece entre los favoritos. Tim Duncan empieza a notar el paso de los años y se empieza a dudar de que pueda jugar muchos más años. Parece que el final está cerca...
...pero en la 2010-2011 el equipo empieza arrasando la temporada y mantiene el mejor récord hasta la fecha de hoy, y sus posibilidades de triunfo suben exponencialmente. Si bien, Duncan no aporta mucho, y no hay un juego interior potente, los exteriores, con Neal, Bonner, Ginobili y Jefferson a la cabeza, las enchufan y el juego de Spurs basado en penetrar y doblar afuera, empieza a hacer estragos. Aún así, reciben dos claras palizas contar Lakers y Heat que restan credibilidad al equipo y que hacen entrever un camino plagado de espinas en el playoff. Si lograsen el anillo sería un buen epílogo a la carrera del gran Tim, considerado por muchos como el mejor 4 de la historia, aunque la historia demuestra que el mejor fue Karl Malone, no por anillos, pero si en su conjunto, sumando otros apartados estadísticos. La estrella de Tim se apaga, pero siempre nos quedarán los vídeos para contemplar cuán buen jugador fue.
Nada que objetar señor. K. Malone es mejor por cantidad y calidad de años y años aportando cada partido a su equipo. A su pesar, se topó con Jordan y los suos y cuando no con Rockets, LakerS, Sonics o Spurs. Además, Duncan es más un 5 que un 4 hy en día y si jugó de 4 fue porque Robinson estaba en el equipo; pero por altura, radio de acción y físico, ¡hubiera sido un 5 clarísimo desde el primer momento en cualquier franquicia!
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