No nos estamos refiriendo a la caída del imperio de la antigua Roma, sino al desastre futbolístico que está viviendo la escuadra italiana, al menos hasta la fecha de hoy. Es difícil de explicar cómo un equipo que estaba confeccionado para hacer grandes cosas en el siempre competitivo calcio italiano se encuentra en una situación clasificatoria tan mala en Italia, actualmente sexto con 43 puntos, y lejos de la disputa del scudetto. El año pasado, dejando al margen todos los escándalos arbitrales que suscitó su caminar por la liga, el equipo pudo llegar con opciones hasta la última jornada. Este año la cosa ha sido bien distinta, todo parecía encaminarse hacia un caminar aceptable, tras haber levantado el vuelo después de un inicio de temporada en el que el equipo vivió en la parte baja de la tabla. El general Claudio Ranieri había dado con la tecla y el equipo empezó a carburar. Parecía que Totti rejuvenecía, que Vucinic desbordaba y podía superar a todos los defensores, y que Mexes era el Kaiser de la defensa y nadie osaba entrar en ese perímetro de seguridad llamado área. lamentablemente para ellos todo se torció.
La historia ha demostrado que el equipo no ha dado la talla. Hasta ese momento la regularidad en el campeonato había conseguido olvidar todos los males que arrastraba el equipo lacial, pero llegó la partida que lo cambió todo. La Roma juega en Genoa y empieza el partido con un 0-3, todo eran risas, sobre todo por parte del gran capitano, hasta que el conjunto genovés comienza una remontada increíble que hizo que Roma ardiera de nuevo. Este partido supuso el hundimiento definitivo del gran Claudio, el cual presentaría su dimisión poco después. Previamente ya había tenido un encontronazo con Totti, el cual le había criticado por no jugar cuanto merecía. Totti tendrá el mismo final que Raúl, o del Piero, deben darse cuenta que ya no están para jugar 90 minutos a ese nivel competitivo, y en el caso de Totti, parece que haría más carrera en la prensa rosa junto con su Ilary, quizás encuentre allí más rentabilidad que en el campo. Con todo, el hundimiento total del imperio romano llegó con el partido de Champions contra el Shakhtar Donetsk. El partido disputado en Roma vio perder a la escuadra romana por 2-3. Se trata de un resultado que le obliga a jugar un partido de vuelta casi perfecto. Además de la dificultad de ganar fuera de casa, se sumarán las adversas condiciones climatológicas del invierno ucraniano, y la precaria situación del equipo, tras haber dejado escapar una victoria contra el Parma en la competición doméstica.
Con el general fuera de las tropas, el ejército romano se encomienda a un inexperto como Vincenzo Montella, ex-jugador romano, el cual tendrá la difícil papeleta de sacar esta nave a flote e intentar que se clasifique para la Champions, que para Italia será más difícil a partir del 2012-2013, ya que se pierde una plaza, que va a Alemania. Italia solo tendrá tres plazas durante los años siguientes, y el tercero tendrá que jugar previa. Malos tiempos para el fútbol italiano. ¿Será Vincenzo el salvador de la Roma? o ¿simplemente un entrenador puente?
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