¿Vuelve la fiebre amarilla?

Tras una temporada bastante convulsa, en lo que se refiere a resultados, parece que los Lakers empiezan a afinar la maquinaria para los Playoffs. La racha actual llega ya a los 7 partidos seguidos ganando, pero lo que hizo que creciera el optimismo fue la gran victoria conseguida contra los Spurs en SA. San Antonio llevaba 22 partidos seguidos ganando en su AT&T Center y, tras aplastar a Miami, parecía que podía acabar con los Lakers. La historia no fue así y los Lakers aplastaron a SA desde un inicio y con un 34-13 de primer parcial dinamitaron al equipo local, asifixiaron su juego de pase, acabaron con los jugadores de perímetro y los hundieron por dentro, Duncan estuvo errático y los tiradores hicieron agua. No se puede querer ganar anillos con el novato Neal, con el tirador Bonner o con un base como Hill, por no hablar del abuelo Antonio. A pesar de esto, SA está siendo el mejor equipo de la NBA, pero los Playoffs se les van a hacer eternos, no se puede estar a tope toda la temporada y experimentarán un bajón. Su equipo es bueno, pero no tanto como para llevar el récord que llevan. Es un equipo descompensado, orientado al tiro exterior y con un juego interior nulo, Duncan ya no es lo que era, y actualmente es más un rémora que aquello que fue. Si desde fuera no las enchufan, no tienen nada que hacer contra Dallas, Lakers e incluso Oklahoma. Su juego se basa en entrar y dividir, y está claro que si tiras casi 30 triples por partido, raro será no meter 10 por partido, pero eso es un riesgo, si no hay producción exterior, no hay victorias, ya que los de los tres de dentro no dan garantías, y sin rebotes no se generan segundas opciones. Sin juego interior sufrirán ante Lakers y ante Boston en una hipotética final que, sinceramente, creo que no alcanzarán. Ya han tenido bastante suerte con no tener lesiones, y en la historia de la NBA, nunca se hizo nada sin pívots.

¿Quiere esto decir que Lakers jugará la final? Ni mucho menos se puede decir eso, pero tampoco se puede decir que vaya a ser imposible. Baste decir que Jackson siempre ganó de 3 en 3 los anillos. Lakers tendrá factor pista en contra en semifinales de Conferencia casi con toda probabilidad, al no ser que gane todos los partidos que quedan, cosa bastante improbable. Pero eso no ha de ser una obsesión para la franquicia amarilla, basta llegar bien al Playoff y, una vez allí, ir partido a partido. Deberían preocuparse más por una hipotética final contra el rival del Este, ya que si fuera Boston el rival y con el factor pista en contra de LA, sería bastante difícil, contra Miami y Chicago no sería tanto trauma, sobre todo por desunión existente entre Wade y Lebron. Para verse nuevamente en esa final, Boston ha de ganar su conferencia y Lakers hacer lo propio. Los Lakers deben confirmar esa racha de juego en el resto de la gira actual. Un gira que se inició en El Álamo texano, y que incluye terroríficas paradas, como Atlanta, Miami y Dallas. Estos tres partidos servirán para calibrar las posibilidades de las tropas de Jackson, y para saber si pueden superar a Dallas en la lucha por la segunda plaza. Después de un largo periodo de sesteo, como dice mi amigo Miguel Ángel, parece que la marmota amarilla resurge y va a por todas. Ya era hora, porque hasta ahora era demencial lo que habían hecho. Esto también puede ser un arma de doble filo, ya que si han jugado a medio gas, la maquinaria estará fresca. Con Kobe ya se ha visto, no mete más puntos porque no quiere, no está forzando la máquina, si así fuera llevaría más de 27 puntos, y no los actuales 25,1. Por cierto, esta noche superará a Moses Malone y se colocará sexto en anotación.

La orquesta se va afinando, los roles se definen, y parece que Jacko se la jugará con una rotación de 8-9 jugadores, con su quinteto base y con las aportaciones desde el banquillo de Barnes, Odom, Brown y Blake, no creo que se alargue a un décimo hombre la rotación, y tampoco creo que juegue con un segundo quinteto sin titulares en fases de algún partido, la experiencia ha demostrado que muchos partidos se perdieron por eso. Bynum despierta y sabe qué se pide de él, defensa e intimidación, y es una gran noticia que haya tenido un año sin lesiones y, sobre todo, que no lo hayan traspasado. En resumidas cuentas, solo después de esta minigira se sabrá si Lakers está enchufado, ya que aplastar a Spurs no tendrá ningún sentido si se pierde contra Atlanta, Heat y Mavericks. De estos tres partidos, hay que estar atentos al duelo con Lebron, quizás Kobe quiera hacer un partido de los de antes. Señores, la fiebre amarilla está de vuelta, y los aficionados a Lakers lo celebran, confiando en ver otro parade en la Avenida Figueroa, allá por junio.