Los toreros de Vistalegre vuelven al ruedo. Gran noticia para el baloncesto español. Quizás se trate del equipo más emblemático de España junto con el Joventut, por su capacidad de trabajo con la cantera y por la humildad que demuestran año a año. Tras unos años de apatía en los que no se sabía bien qué hacía el equipo, y en los que estuvo a punto de descender, el equipo del Ramiro de Maetzu, que es como todo el mundo le conoce, ha empezado a despegar. Parece que tras un inicio de temporada algo convulso en Liga, donde el equipo fue colista, Luis Casimiro, su entrenador, ha dado con un quinteto base, en donde destaca el enorme trabajo de un jugadorazo llamado Nick Caner-Medley. Este chico ya destacó en Cajasol Sevilla, y el Estu fue muy hábil en contartarle. Al margen de este norteamericano, está al gran capitán Pancho Jasén, el jugador más emblemático y con más arraigo al club desde los tiempos de Nacho Azofra. Los otros titulares también contribuyen a la causa común, y tanto Asselin como Oliver, Gabriel, Daniel Clark o Ellis demuestran en cada jornada que trabajando juntos como bloque, se va hacia arriba en todas las competiciones.
Esto se palpa en la trayectoria del equipo en la Eurocopa. Un equipo que participaba en la competición con muchas dudas y que ya sudó tinta china para pasar la primera liguilla, se ha paseado en esta segunda liguilla, acabando como líder y con solo una derrota, ante los italianos del Caserta. Se están reverdeciendo viejos laureles, aquellos que ya quedan lejos. El Estu de la Final Four, con aquella semifinal perdida en Estambul en el año 92 ante el Joventut. Los clásicos como Pinone, Pedro Rodríguez, Ricky Winslow, Azofra, Carlos saltamontes, Orenga, Herreros y tantos otros deben estar contentos, el Estu de toda la vida vuelve a rugir. En los cuartos de final de enfrentarán al Cedevita de Zagreb, y si logran pasar, algo factible, llegarán a la Fina a Cuatro de Treviso, donde la Benetton será el gran rival a batir....si llega.
¿Por qué es tan especial este equipo? Porque es un equipo simpático, agradable, vistoso de ver, con una filosofía anclada en los valores de antaño, y no en los de la chequera. Jugadores como Azofra han sido siempre portadores de los valores de este club, darlo todo en cada momento, saber qué camiseta se lleva y lo que esta implica. Con el paso de los años se ha ido asentando entre la clase media obrera del básket español. Cuando ha habido problemas se ha dirigido a su cantera, y siempre ha encontrado talentos, el próximo será Jaime Fernández. En los 80 tuvieron su eclosión, con la entrada en marcha de los dos extranjeros. Con Pinone y Winslow se tuvo una de las parejas de americanos más espectaculares. Era la época de Carlos Montes, un saltador increíble, la del trabajo tosco de Orenga, la brega de Pedro Rodríguez. Después vendrían Juan Aísa, los hermanos Martínez, el gran Herreros, los Reyes, y tantos otros que han contribuido a hacer del Estu un club reconocido, y que la calle Serrano de Madrid no solo sea conocida por la moda y por los famosos locales de copas que allí hay, sino porque allí está la sede del club del Ramiro. Todos sus jugadores de cantera iban, y siguen yendo, a este colegio, y por la tarde a entrenar con el Estu, es la filosofía de vida de este equipo. Es un club modélico, que todos los años se ha de reiventar, debido a que los clubes poderosos le roban jugadores. Solo hay que observar un poco la historia, para ver cómo el Madrid le ha quitado tantos jugadores al Estu, Herreros, Reyes, Suárez, Orenga y tantos otros dieron el salto de acera, solo Carlos Jiménez, no pudo...o mejor dicho, no le dejaron.
Su entrenador más mítico fue Pepu Hernández. Con Pepu el Estu fue capaz de ganar la copa del Rey del año 2000, y disputar una final de Liga y de la extinta Copa Korac, ambas perdidas ante el Barcelona. La verdadera dimensión de este hombre de club se vio con el crecimiento que experimentó el equipo, con jugadores de la casa, pero con una gran ilusión, que mostraban más hambre y ganas que algunos extranjeros que llegaban. Pepu estuvo hasta que le dejaron, el resto de su historia ya se conoce, campeón del mundo con España en 2006, hasta que Pepe Sáez, el presidente de la FEB le cortó y prescindió de él, probablemente la carne de Kobe que comió en Japón, y cuyas facturas las pagaba la Federación, tuvieron un efecto negativo en este hombre, pero eso es arena de otro costal. Ahora con Luis Casimiro se vuelve a escribir otra página en la historia del Estu, ¿se conseguirá levantar la Eurocopa en el Palaverde y jugar Euroliga el año que viene? Sería un exitazo, y para los que apreciamos a este club, un gran satisfacción. ¡Qué se abran los toriles, los toreros salen a la pista!
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